miércoles, 18 de marzo de 2009

MI QUERIDA M, YA ME ASUSTAS

Debo comenzar con una frase que todos los que me conocen odian, y que jamás he utilizado por escrito: ¡por Satanás!

Una vez, cuando escribí que pasaba por un momento malo y encontré un comentario-saludo tuyo en mi blog, te dije que había sido como un rayo de sol, que era extraña la sincronía de encontrarlo justo en ese momento, y que tal vez los amigos se llamaban sin darse cuenta, sin hacerlo realmente, y que los otros “lo escuchan”. Dijiste que nada era casual, que cruzar una habitación y oír en la radio la canción cuya letra dice lo que necesitas, no era azar.

Te creí y no te creí. Pero esto ya raya en lo absurdo. Temprano decidí subir algo al blog pero antes pasé por el correo para ver si habían noticias tuya. Nada. Te imaginé de viaje. Ahora entro y te encuentro, y con una entrada cuyo título utilizo a mitad de mi cuento. Y pareces sufrir del mismo ánimo que padezco.

Entiendo tu tristeza por esos amigos desaparecidos, por la chica enferma. Hace tiempo me escribía, y leíamos nuestros blog, con Galca, de España, y Arquímedes, de El Salvador. Escribían cosas sencillas y hermosas, tenían (deben tener, tienen) almas de poetas. Seguro te habrían agradado. Pero un día dejaron de escribir. Deje mensajes, pregunté qué hacía, dónde estaban… y nada.

Claro que te recordaría si dejaras de escribir, siempre me preguntaría dónde estará mi amiga curiosa, inteligente, amena y terriblemente cariñosa. No te imaginaría bajo las ruedas de un camión, tal vez cazando a los últimos osos polares o algo así, pero bien. En la tierra de Nunca Pasa Nada, donde uno espera terminen todos los que quiere.

Caramba, todavía no salgo de mi sorpresa. Un besote, amiga,

JC

No hay comentarios:

Publicar un comentario