domingo, 28 de junio de 2009

QUÉ SEMANA ESTA, M

Realmente lo primero que me sorprendió fue que España cayera vencida ante Estados Unidos en la semi final de la Copa de Confederaciones. Como si el traspié de Italia no hubiera sido ya desconcertante. Yo no lo podía creer, por todo lo que España representa en futbol. Ya se temía un encuentro entre Brasil y España por el tercer lugar, pero Brasil logró vencer a Sudáfrica en un partido que, y me perdonan, les costó ganar. Estuvo parejito.

Después se muere Michael Jackson, uno de mis ídolos de muchacho. Su música, sus bailes, las melodías de sus canciones siempre me gustaron. Yo fui un muchacho Thriller en el colegio, y bailé entre muchas otras personas como los zombies aquellos; cómo me divertí. También practiqué el pasito para atrás de Billie Jean. Con todo el desastre que fue su vida personal, que no debió ser muy feliz, lo recordaré con pesar, pero sonriendo ante todo eso que creó y dejó para nosotros.

Farrah Fawcett fue otro dolor. La bonita catira de Los Ángeles de Charlie se marchó, en medio de una fea agonía. Yo las amaba, y ni siquiera tanto por ella, me gustaba más Jaclyn Smith. Pero era linda, que dudas caben. Un muchacho miraba a esas mujeres hermosas, de buenos cuerpos, duras, peleando, disparando… y tan sensuales, y sólo podía desearlas. ¿Quién no las amaba? Recuerdo que leyendo un viejo libro sobre el mundo del espectáculo, reseñaban que en el Japón, hubo varios suicidios de jovencitas de ojos rasgados, que se mataban porque no podían soportar el no poder parecerse a esas hermosas mujeres. Así de importante fueron para tantos.

Hoy despierto con la noticia del golpe contra Manuel Zelaya, y sonreí con frío regocijo por motivos personales. Estamos acostumbrados que los presidentes se crean los dueños de los países por estas tierras, y cuando Zelaya insistió en llevar adelante un referéndum que le abriera las puertas a una nueva reelección aunque el Colegio Nacional Electoral, el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia le dijo que no podía porque la Constitución y las leyes prohíben cualquier tipo de referéndum ciento ochenta días antes de unas elecciones como las que tendrán en noviembre, él (el presidente, el dueño, el amo de todo) gritó que lo haría, porque las leyes se le aplican a los demás, no a gente como él. Y le dieron lo suyo. Ya por ahí anda el cartel de presidentes americanos, la OEA, gimiendo para que lo restituyan, aunque guardaron un silencio muy significativo mientras Zelaya se pasaba las leyes y la Constitución hondureña por el bolsillo del paltó.

La tarde, después de un susto familiar (una sobrinita, niña llena de una energía inacabable y sospecho que maligna como la de los otros, sufrió una caída), alcancé a ver el juego donde Brasil bailó de lo lindo a Estados Unidos. También ganó España, pero me cuentan que tuvo que remontar. Y el resultado fue apretadito, 3 a 2. Les pasó como a los brasileños, Sudáfrica se les puso difícil.

Vamos a ver como comienza la nueva semana.

JC

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