Lástima que nunca sabemos cuándo la dicha es total…
……
-Ennis, despierta; creo que llueve…
-¿Y…? –casi ronroneó el otro, sintiéndose divinamente bien, calentito, adormilado por el rítmico palpitar del corazón del otro, una canción de cuna de calmaba toda inquietud y voz de advertencia.
-Asómate. Creo que tu yegua está suelta y…
-No seas tonto. Afuera está oscuro, hace frío y ahora llueve… Yo de aquí no me muevo por nada del mundo. Hummm… Sí, abrázame así…
-Eres un cretino… -sonrió el otro, acunándolo; tampoco él deseaba que la magia cesara; moverse acabaría con ese instante infinito de felicidad, y nadie en su sano juicio cometería tal error jamás, porque sabe que más tarde o más temprano lo lamentará.
JC
……
-Ennis, despierta; creo que llueve…
-¿Y…? –casi ronroneó el otro, sintiéndose divinamente bien, calentito, adormilado por el rítmico palpitar del corazón del otro, una canción de cuna de calmaba toda inquietud y voz de advertencia.
-Asómate. Creo que tu yegua está suelta y…
-No seas tonto. Afuera está oscuro, hace frío y ahora llueve… Yo de aquí no me muevo por nada del mundo. Hummm… Sí, abrázame así…
-Eres un cretino… -sonrió el otro, acunándolo; tampoco él deseaba que la magia cesara; moverse acabaría con ese instante infinito de felicidad, y nadie en su sano juicio cometería tal error jamás, porque sabe que más tarde o más temprano lo lamentará.
JC
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