jueves, 10 de septiembre de 2009

SILENCIO

Del dormitorio donde miro televisión, voy a la cocina para ver que me llevo a la boca; algo, cualquier cosa. Entendiendo que sufro un tanto de depresión, por tantas cosas. Y me pregunto ¿qué haces? Quisiera llamarte, pero me contengo. No quiero atosigarte, no deseo que debas contestar por obligación. Pero me intriga, ¿serás tan feliz que intoxicada de dicha te permites ser un poco egoísta… o sufres y no quieres que nadie escuche tus lamentos? Tal vez, simplemente, no tengas un instante para nada. A veces pasa. A veces la vida corre demasiado rápido, un día tras otro, sin dar tiempo para nada. Una vez me dijiste que había que detenerse, tomar aire, elevar la cara al sol y sentirlo. Lo he hecho. Y sonrío. ¿Lo recuerdas?

No debí pensar en ti, ahora tengo más hambre. Estoy más deprimido. Mejor elevo un poco más el volumen de la tele.

JC

No hay comentarios:

Publicar un comentario